Al empezar a hablar de filosofía, es difícil no evocar la desgastada imagen del tío que huele raro y esboza una mueca socarrona cuando habla, como si disfrutara demasiado de sus propias ideas.
Y es que parecería que este tema está reservado para fiestas pedantes de adultos que hablan chistoso o “aquelarres” de estudiantes de antropología que nunca parecen llenarse con toda la botana que hay en la cocina.
Sin embargo, como este sitio está construido para ayudarte a entender las materias del tronco común de tu escuela y, asumiendo que quieres pasar con la mejor nota, vamos a tratar de contextualizar un poco los conceptos filosóficos para su fácil digestión.
La filosofía griega como punto de partida
Para empezar el tronco común, no hay mejor punto de partida que Grecia, cuna de la filosofía occidental moderna y precursora de los “crossfit bodies”. Para los griegos, la filosofía no era un ejercicio abstracto de reflexión, sino una habilidad extremadamente valiosa que nos ayudaría a vivir y morir mejor, algo así como plomería para la razón.
Entre todas las figuras entogadas de la antigua Grecia, Platón destaca como uno de los más fervientes defensores de esta idea. Su Alegoría de la Caverna, incluida en el séptimo libro de La República, es quizás uno de los relatos más importantes para entender esta relación entre filosofía y vida práctica.
La Alegoría de la Caverna
La Alegoría de la Caverna cuenta la historia de un grupo de personas que han vivido toda su vida en una cueva oscura, desconociendo el mundo exterior. Las únicas cosas que pueden ver son sombras proyectadas en las paredes, causadas por la luz de una fogata.
Los prisioneros están fascinados por estas sombras de animales, plantas y personas, y asumen que representan la realidad. Creen que, si observan las sombras con suficiente atención, podrán descubrir el significado de la vida.
Un día, uno de los habitantes encuentra, por suerte, un camino fuera de la caverna. Al principio, la luz del sol es cegadora para sus ojos acostumbrados a la penumbra, pero, gradualmente, empieza a distinguir las formas reales de lo que antes solo eran sombras: los colores de las aves, la forma de las flores y la vastedad del cielo estrellado.
Asombrado por este nuevo conocimiento, decide regresar a la caverna para ayudar a los demás a descubrir el mundo real. Sin embargo, la oscuridad de la cueva le dificulta el camino de vuelta, tropezando y tambaleándose. Los otros habitantes, al verlo, piensan que salir de la cueva lo ha perjudicado.
Cuando trata de hablarles sobre el sol y la verdadera naturaleza de las cosas, lo consideran loco, se burlan de él, e incluso empiezan a planear su asesinato.
Aplicación moderna: Cine y redes sociales
La Alegoría de la Caverna ha inspirado innumerables historias. En el cine, encontramos ejemplos evidentes como Matrix, donde Neo es el prototipo de hombre iluminado y la mayoría de las personas que permanecen conectadas a la simulación son los habitantes de la caverna.
Otra película que hace uso de esta alegoría es “The Lego Movie”.
El argumento de la película es interesante porque Emmet es presentado como el elegido para hacer frente a Lord Businness y su temido Kragle, para el final descubrir que no era más que un habitante común y corriente que pudo explotar su potencial saliendo de su caverna.
Emmet es la analogía perfecta del hombre común que descubre, a través de la filosofía, el mundo real.
Si buscamos algo más reciente, Free Guy presenta una interpretación interesante: el personaje de Ryan Reynolds encuentra unos lentes que funcionan como el “sol” que ilumina la verdadera naturaleza de su mundo.
Te comparto una lista de películas que hacen uso de esta alegoría. ¿Puedes explicar cómo?
· The Truman Show
· Room
· Stranger than Fiction
· Interestellar
· Shutter Island
· Ex Machina
· Dogtooth
· They Live
· Wreck-it-Ralph
En la vida real tampoco nos faltan ejemplos de situaciones en podemos ver esta alegoría. ¿Recuerdan la historia de Galileo? ¿recuerdan cómo fue perseguido por la “santa” inquisición por negar el modelo geocéntrico del universo?
¿O qué tal en la literatura? Si han tenido la oportunidad de leer “Un Mundo Feliz” (Brave New World) de Aldous Huxley, podrán encontrar un ejemplo más, además de que disfrutarán una de las historias de un mundo distópico más interesantes escritas en el siglo pasado.
Pero ¿de qué nos sirve todo este conocimiento si no es aplicable a nuestra vida real? Después de todo, el objetivo de esta alegoría es la practicidad en nuestras vidas, no como un simple “sabías que...” para responder una pregunta de Jeopardy.
Las redes sociales, en muchos sentidos, funcionan como una caverna digital. Las publicaciones que vemos no son más que sombras cuidadosamente proyectadas, una realidad parcial y premeditada.
Reflexión final: Salir de la caverna digital
La filosofía no busca condenar nuestras herramientas modernas, sino promover la sensatez como virtud superior. Frente al "circo digital", el primer paso es reconocer que muchas de las cosas que vemos no son del todo ciertas. Después, debemos traducir ese razonamiento en paciencia y, finalmente, en un diálogo constructivo con aquellos que aún no quieren salir de la caverna.
El método socrático es nuestra mejor herramienta: partimos de la premisa de que no lo sabemos todo, aprendemos de los demás y, juntos, elaboramos un razonamiento más sólido.
Hagamos el ejercicio. ¿Qué opinas de esta alegoría? ¿Qué sombras has notado en tu vida cotidiana? Déjame tus ideas en los comentarios.
No olvides compartir este texto si te gustó y visita mi blog para más ensayos. ¡Gracias por leer!
Comments